Un añito más...

El lunes fue mi cumpleaños y lo festejamos la noche del domingo con un pequeño grupo de amigos, argentinos y españoles; comimos y tomamos alguito y nos reímos desde las 8 de la noche que llegaron y hasta las 2 de la mattina que se fueron los últimos.
La invitación decía “los esperamos para una merienda en la terraza mientras vemos el atardecer sobre los techos de Madrid”. Pues hizo tanto calor ese día que estuvimos encerrados en el salón con el aire prendido hasta las 22,30 aprox., recién en ese momento pudimos salir a la terraza, la temperatura había bajado unos grados y se podía estar, aunque no corria ni una gota de aire.
Éramos 10 los presentes al ágape (faltaron 3 que estaba de vacaciones) y como de costumbre, sobró comida; es algo que no puedo calcular, siempre creo que va a faltar, lo mismo con la bebida, bueno ya lo dice el dicho popular, mejor que sobre y no que falte.
El menú fue una gran picada, livianita; hacía calor y no estaba para cenas pantagruélicas, ya lo decía la invitación, una merienda, no cena, pero esto es lo que manducamos:

Tabla de fiambres varios; jamón crudo, salame de milán y chorizo.
Quesos duros cortados; queso bola, se llama así no se rían es tipo cáscara colorada y otro Grana Padano, que es como de rayar más duro y salado, en daditos.
Nachos con salsa de guacamole y salsa picante mejicana ( y órale manito!!! Traeme otra birra bien helado que me pica la lengua…!)
Muchas papas fritas.
Sandwiches de miga de varios sabores. (Cerca de casa hay un local de comida para llevar de argentinos que preparan los sándwiches de miga como si estuvieras allá) Estaban riquísimos y volaron.
Saladitos calentitos varios, comprados en el supermercado, también volaron.
Salchichas alemanas, de las gruesas, con salsa a la pomarola, una olla llena, quedaron cinco rodajitas con dos cucharaditas de salsa que las guardé en el freezer en un Tupper.
Y para terminar empanadas de carne con aceitunas negras y pasas de uva y empanadas clásicas.
A esta altura ya estaban un poquito llenos, así que las medianoches (sandwichitos de pan saborizados redondos de mostaza no los saque quedaron en la heladera).
Fuimos a la terraza, ahí le preparamos un trago a base sandia, hielo, miel, pimienta negra y vodka con unas masitas secas y después la torta, un postre rogel rebosante de dulce de leche y cubierto por una capa así de ancha de merengue italiano con un champancito bien helado.
Las bebidas; cerveza, gaseosas, ginebra beefeater, vino tinto, ron, vodka, martini rosso, champán, agua tónica y agua mineral, los menos...

Y así pasó, un añito más, a las 0 horas me cantaron el "feliz cumpleaños" primero en la versión española y después en argentino, ¡qué nostalgia, cuantos recuerdos…! y bueno, pero todos alegres y felices; “panza llena, corazón contento”, será por eso que nos reíamos tanto.
Uy… de tanto escribir me dio hambre… me voy a la heladera para ver si quedó algo…