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¡Hola! muy buenos días a todos.

Después de casi dos meses, estoy nuevamente paseando en Globo.

Durante todo este tiempo pasaron muchas cosas; viajé al sur y pasé las fiestas con mi familia en Argentina, visite amigos y parientes en Buenos Aires y en Santa Fe, estuve unos días en Uruguay y volví a Madrid, empecé a trabajar y se me rompió el ordenador portátil con un montón de info adentro que estamos recuperando a cuentagotas, los reyes trajeron un Ipad de regalo que es un chiche, sigo con mi seminario en la universidad de Comillas (con la novela ya por el 5to. Capitulo) mientras preparo el 2do. volumen de cuentos para niños. El trabajo en Madrid bajó, bastante, mucho, la gente no compra nada de nada, solo lo indispensable; la crisis se nota ya y mucho en todos los aspectos y eso que Madrid al ser la capital del reino tiene una dinámica propia de gran ciudad, pero igual, el parate es casi total. Íbamos a mudarnos, pero renegociamos precio del alquiler con el dueño del dpto. y seguimos un tiempo más aquí, prácticamente medio Madrid esta en alquiler y el otro medio esta en venta, pero el mercado inmobiliario esta paralizado. La burbuja se pinchó y se llevó puesto a todos. Hay en la mira otros proyectos que ya les contaré mas adelante y algún que otro viaje ya planificado.

Durante el tiempo que duro el periplo por el hemisferio sur hubo dos cosas que me sacaron de quicio; la primera, el calor fue insoportable, como nunca me había pasado antes, y eso que nací ahí, el calor fue intolerable. La última semana del 2010 y la primera del nuevo año en Santa Fe, el termómetro no bajaba de los 43/45 grados reales de temperatura!, la sensación térmica era de 46/47 grados! Y encima con humedad y mosquitos, me pasé la mayor parte del tiempo encerrado con el aire, porque afuera el sol y el calor me aplastaban. Creo que si ponía un huevo en el asfalto caliente, ¡se freía solo!! No se si era porque venía del frío, pero este viaje sufrí el calor como nunca antes, salía a hacer mandados a la mañana y volvía todo mojado, transpirado, y a bañarme, para a la media hora estar todo chivado de vuelta.

El otro tema que me saco de quicio fue la inflación; el precio de los comestibles (y de todo) se fue al garete!! Por tratar de escribir bien, es increíble como aumentaron las cosas en un año! El año anterior cambiaba un billete de cien euros y con el cambio iba a un supermercado y comprada un changuito lleno; en estas fiestas que pasaron, con el mismo cambio de los cien euros, salía del supermercado con tres bolsas!! Tuve que triplicar el cambio para poder comprar medio changuito! O sea los precios de los comestibles están mas caros que en Madrid! Aunque cueste creerlo con la diferencia de que en Argentina, la gente cobra en pesos! Y ni hablar de los electrodomésticos u otros bienes, se fueron al carajo. Con razón no había billetes de cien pesos, lo cambias y se escurre como agua entre los dedos.
Fuera de eso todo muy bien. Las playas uruguayas increíbles, Buenos Aires, a pesar del calor, está espectacular y mi Santa Fe querido también.

Como novedad les cuento que estoy escribiendo para EL HERALDO ARGENTINO, (para su publicación por internet) por el momento solo notas/crónicas de viaje y alguna que otra nota sobre economía, ya iré subiendo los artículos al blog en la medida que se vayan publicando en Buenos Aires.

Bueno, espero que todavía estén ahí, del otro lado y que sigamos con esta ida y vuelta de la comunicación.
Un afectuoso saludo.
Omar