“No pasa siempre, pero en una elevada proporción que comienza a preocuparme e inquietarme, y es, tanto con amigos argentinos como con amigos españoles. La cuestión es así; semana por medio nos invitan a cenar a su casa algún amigo, pareja de amigos o matrimonio…”
Se acuerdan de esta frase, era el comienzo del post donde hablaba de la TV encendida en las cenas con mis amigos. En dicho post dije que el tema de los menúes de las cenas era para otra entrada y aquí está, no me olvide, y, como la semana que viene tengo una invitación a cenar, voy abriendo el paraguas.
Digámoslo así, la sorpresa de la cena llega a la hora de poner los platos sobre la mesa. Cuando ya estamos sentados tomando un vaso de gaseosa, agua o un vinito (el que llevamos nosotros), llega el anfitrión, muy orondo, con una bandeja en la mano y dice;
- Comida casera y livianita, lo que nos sobró del mediodía.
Y ahí, en ese momento te quedas de piedra y ves sobre la mesa distintas cosas, a saber; una ensalada de pollo, efectivamente con lo que le sobró del mediodía, mezclado con unas hojas de lechuga y unas papas hervidas. En otro plato siete (7) daditos de queso y alguna que otra feta de fiambre y, en otra fuente, un pimiento de los de lata cortado en tiritas con un poco de soja (en lata), toda aguada y tostadas.
(Esto nos ocurrió un domingo a la noche que fuimos a cenar de un amigo argentino)
Un viernes a la noche, en pleno verano, en el departamento de unos amigos españoles; la mesa estaba preparada en el balcón lleno de plantas y con velas por doquier. Sobre la mesa platos enormes, dos copas, tres cubiertos y todo eso, parecía una cena de reyes!!.
Nos sentamos y la misma ceremonia, aparece la dueña de la casa con una gran bowl de vidrio y adentro había… una ensalada de fideos fríos, de esos de tirabuzón de colores, con daditos de fiambre, para hacerla mas abundante le habían agregado una lata de choclo y una de arvejas!!! Eso sí, Trajeron en una bandejita todos los aderezos y tostadas y… hasta que se terminó la ensalada. Y nos quedamos mirando todos…
Y de postre, helado de agua, de mango, que no se alcanzó a hacer, entonces era agua cristalizada saborizada!! Llegué a casa y me hice un sándwich de jamón y queso con papas fritas.
El colmo fue un día de semana en casa de otros amigos españoles, la mesa con todos los chiches y de cena, habían recalentado un guiso con porotos y garbanzos que les había sobrado del mediodía, se notaba que les habían echado más agua y los porotos flotaban en ese caldo imposible de comer!!!
Otra vez al llegar a casa, sándwiches!!!
Y varias anécdotas más respecto de los menúes, pero para muestra bastan un par de botones.
Vuelvo a repetirme la misma pregunta, ¿para qué invitas gente a comer, si le vas a servir comida que sobró del mediodía o recalentada? No sé… me parece una locura total, a mi jamás se me ocurriría. No invito nadie a casa y listo.
Pero esta vez, haciendo caso de los consejos de uno de los bloggeros, la próxima que vaya a cenar y me pongan sobre la mesa un plato de estas características me planto y saco del bolsillo un sanguche de crudo y queso y lo como sin compartir con nadie!!
Hasta la próxima, ya les contaré, me llego otra invitación para una despedida de soltero de tres días con un programa que se las trae!!